Leñadoras: un plan terrible, por varias autoras

Título: Leñadoras: un plan terrible.
Guionistas: Noelle Stevenson y Shannon Watters (historia corta: Faith Erin Hicks)
Dibujantes: Brooke A. Allen y Carolyn Nowak (historias cortas: Faith Erin Hicks, Brittney Williams, Aimee Fleck, Rebecca Tobin, Felicia Choo y T. Zysk)
Páginas: 200.
Precio: 19,90€.
Editorial: Sapristi.






La idea es reseñar por aquí Leñadoras siempre con un tomo de retraso. Es tradición (no, joder, es que siempre llego tarde a todo).

El campamento de Miss Quinzella Thiskwin Penniquiqui Thistle Crumpet para jovencitas chicas molonas no ha acabado. En lo que dure el verano, las chicas de la cabaña Roanoke también tendrán que enfrentarse a noches terroríficas, portales hacia el lugar en que las cosas se pierden, búsquedas  desesperadas por sus insginias y hasta una improvisada tormenta de nieve. ¡Sí, una tormenta de nieve en verano!

Este segundo tomo tiene varias historias, de modo que vamos por partes.

Al inicio hay una pequeña historia en la que las niñas de Roanoke cuentan historias de terror junto al fuego. Un planteamiento típico que no deja de ser divertido y nos da la oportunidad de ver diferentes estilos de dibujo según quién cuente la historia. El problema es que tampoco ninguna de las historias es especialmente destacable y se podría haber jugado con estilos más particulares que resultasen más chocantes unos con otros. En algún punto se hace, pero podría haber sido un número mucho más rompedor, ya que ya parte de esa premisa tan manida. En fin, tampoco deja de ser entretenido, y supongo que la idea era simplemente invitar a otras creadoras aparte de las habituales para que aportasen su visión de forma muy corta, lo que no permite mayores lucimientos.

La siguiente historia de este tomo también me dejó un regusto agridulce. Parte de un encuentro de Mal y Molly con la mujer osa mientras el resto de las chicas de Roanoke tratan de conseguir insgnias fáciles, aunque les costará más de lo que creen. Pero la historia principal es la de Mal y Molly, claro, la otra apenas sirve para hablar un poco más de las dinámicas de la amistad entre Jo y April. Tarde o temprano tenía que haber una historia compartida por la pareja estrella del campamento, y ésta es una oportunidad para conocerlas a solas.

Y vaya, en general se hace bien y se desarrolla bastante cómo funciona su relación. Sólo me queda la espinita clavada de que sobre todo se centran en Mal. Aunque se abren diversos frentes durante la historia, si hubiera que elegir lo que predomina en ella, esto sería el desarrollo de Mal como personaje. Y me gusta bastante, se le da una motivación interesante a su cobardía y a las contradicciones que ésta supone, pero lo cierto es que es un personaje que ya conocíamos antes. Molly me interesa mucho más, y apenas la conocemos. Obviamente, ocultar su pasado es una decisión consciente de las guionistas, que crean un aura de misterio en torno a ella. Pasa que un personaje no puede ser sólo una historia, tiene que tener algo propio. Y, de momento, Molly todo lo que es lo es en relación a Mal. Quizá cuando cuenten su historia la conozcamos individualmente. Puede ser. Pero empieza a quedar muy atrás en un cómic coral lleno de otros personajes que sí están definidos y son interesantes.

Hasta que llegué aquí, no tenía ni idea de quién era. Solo de lo que NO quería ser.

-Yo sigo sin tener ni idea, Molly,

dame algo de ti.

El otro problema que tengo con esta segunda historia es el dibujo de Carolyn Nowak. Empecé suspirando al ver el cambio de estilo y las últimas páginas de la historia ya las estaba leyendo rápido para evitar fijarme en él lo máximo posible. Y creo que en este cómic el dibujo es lo de menos, por supuesto, pero esta caricaturización de los personajes hasta parecer monas, la poca naturalidad de los movimientos y la acción y lo feista de algunas expresiones me han podido.

También hay juegos de adivinar,
como por ejemplo:
¿A dónde mira Jo en esta página?

Así que, cuando había leído hasta aquí, estaba un poco decepcionado con la historia. Sin que ninguna de las dos primeras me pareciese mala, no se habían ajustado a mis expectativas.

Menos mal que la tercera compensó esto.

En primer lugar, porque recuperamos el dibujo de Brooke Allen (por cierto, no acreditada en este tomo, he tenido que buscar por ahí la dibujante). Sin abandonar un estilo simple de dibujo animado, sabe ser a ratos espectacular, muy a menudo caricaturizar y que me crea mucho más las acciones de los personajes. Con este dibujo pude meterme más en la historia.

Brutal.

Y es una historia genial. Al contrario que en el tomo anterior, toma la forma de una gran historia unitaria, como una pequeña saga, que ocurre en torno a la repentina tormenta de nieve que tiene lugar en el bosque en donde se encuentran las Leñadoras. Como una atrapante historia de misterio, nos ayuda a descubrir muchos secretos en torno a personajes particulares tan enigmáticos como Rosie o la mujer osa y al tiempo salpica de misterio a las Leñadoras como conjunto.

Pero qué brutal.

No sólo a esos personajes ya casi míticos se les pone en valor, también al grupo central de las Leñadoras, a las que seguimos conociendo mejor. Especialmente en esta saga a la monitoria, Jen, además en relación a Abigail, nuevo personaje que se introduce aquí con una personalidad tan interesante como su pasado. Y, sobre todo, muy bueno lo que ocurre con Jo, con una revelación más o menos disimulada en torno a ella que está tratada de un modo exquisito. Sin darle una importancia rimbombante ni que pase desapercibida.

Pero, más que todo eso, es un tebeo juvenil de aventuras y misterio entretenidísimo para toda clase de audiencias con personajes muy simpáticos, situaciones divertidas y la valentía de reivindicar otro punto de vista para esta clase de historias, con un alto hincapié en el feminismo. Esto es lo que nos promete Leñadoras y lo cumple con creces una vez más con esta historia.

Y esto último es algo que se puede aplicar a todo el tomo. Puede que, desde mi punto de vista, en esta última historia estas aventuras están mejor elaboradas y aporten algo más que una ligera historia juvenil, pero teniendo en cuenta que ésa es la historia principal y que el público al que va dirigido este tomo es precisamente el juvenil que busca historias ligeras, no puedo ponerle tantos palos en la rueda. Así que, pese a sus puntos flacos, esta segunda parte consigue mantener un buen nivel y crear más expectativa para lo que vendrá. Ya veré cómo está el tercero, seguramente cuando el cuarto esté ya en librerías porque soy un desastre que llega tarde a todo maldita sea.

PUNTUACIÓN:

Ω Ω Ω Ω